lunes, 26 de noviembre de 2012

La brisa me acariciaba la cara, era una sensación distinta, siempre me había gustado montar en moto, me sentía libre. Además este color de moto era bastante chillón, era amarilla, pero había oscurecido y la gente no se percataba. A los minutos no bajamos de la moto y fuimos a un pequeño parque, y no sentamos en un banco. Encendió su típico cigarrillo, y a la segunda calada me dijo -¿Te han hecho alguna vez esto?- Me cogió la cara con sus frías manos, y besó. El humo recorría toda mi boca, no era una sensación agradable, pero era pura adrenalina y eso me excitaba. -No me gusta que fumes le respondí. A continuación tiró su cigarrillo y volvió a besarme. Nunca lo había notado así, era un beso que me coaccionaba, pero a la vez sentía todo tipo de cosas, era raro, pero distinto y la idea de que fuera así me gustaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario